Las regiones más pobres de Perú son las que menos gasto público per cápita reciben en los presupuestos generales del Estado, explicó a Efe el presidente de la Mesa de Concertación para la Lucha Contra la Pobreza (MCLCP), Federico Arnillas. "Si tu miras el gasto público per cápita, verás que no hay una relación entre el nivel del gasto público y la pobreza, casi hay una relación inversa. Pensamos que eso es un elemento que debería tenerse en cuenta", señaló Arnillas en entrevista a Efe. Esta situación es, junto a otras como la falta de ineficacia de los servicios universales del país andino, uno de los temas que trata la MCLCP, un organismo que desde 2001 reúne a miembros del Estado, la sociedad civil y el sector privado. Para lograr estas mejoras, la Mesa de Concertación ha realizado diversas propuestas que han sido introducidas en el proyecto de ley de los presupuestos públicos del país andino para 2009, y que giran en torno al concepto de "gestión por resultados". "Esta situación nos ha llevado a promover una identificación primero de actividades prioritarias y, segundo, a promover un proceso de cambio en el modelo de gestión de presupuestos. Eso es lo que se llama gestión por resultados", explicó Arnillas. "Lo que se busca es que el estado finalmente esté al servicio de la gente allí donde está quien lo necesita", añadió el presidente de la Mesa tras recordar a regiones como Huancavelica, donde se mantienen índices de pobreza de más del 80 por ciento. La idea es que cada programa de asistencia tenga un dinero asignado en el propio presupuesto general ya que, como reconoció Arnillas, "lo que no tiene recursos asignados, desgraciadamente, no se hace". Si para 2008 un 4 por ciento de los 71.000 millones de soles (22.866 millones de dólares) del presupuesto total del Estado se destinaron a programas de gestión por resultados, para 2009 esta cifra se elevará a un 5 por ciento de 72.000 millones (23.188 millones de dólares). Pero esta subida de dinero destinado a ayuda social debe ser, señaló Arnillas, acompañada por un aumento de la eficacia a la hora de aplicar las medidas. "El problema primero del Estado en Perú es un problema de eficacia", afirmó y agregó que "el estado no está presente o no ofrece los servicios en la calidad necesaria para que los problemas se resuelvan". Aunque Perú lleva varios años mostrando un importante crecimiento sostenido, Arnillas opina que no está a salvo de la crisis financiera internacional, por lo que debe aprovechar mientras la situación en el país andino se mantenga favorable. "Quisiéramos estar mejor preparados. Podríamos haber caminado más rápido y el desafío es ahora el de aprovechar todavía el tiempo que queda, porque está más o menos claro que el golpe más fuerte de la crisis aún no ha llegado, si no a partir de abril del próximo año", explicó. Además, agregó que la idea es "ver cómo aprovechar este momento para ganar posiciones, de tal manera que si golpea el huracán, uno esté con las ventanas protegidas y el vendaval no te lleve la casa". Sobre lo que Arnillas no duda es que la crisis "obligará a elevar el gasto social", y que "mientras más larga sea la crisis más complicada será".
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